¿Te estás haciendo pruebas de hemoglobina glicosilada correctamente? Descubre cuán frecuentes deben ser para controlar tu diabetes tipo 2

Si llevas algunos años viviendo con diabetes tipo 2, probablemente ya sepas todo lo que hay que saber sobre las pruebas de hemoglobina. Sin embargo, si eres nuevo en este tema o un familiar o amigo tuyo con diabetes te ha comentado al respecto, llegaste al lugar indicado.

Además de utilizarse para un diagnóstico inicial de diabetes, las pruebas de hemoglobina glicosilada, se utilizan para dar seguimiento en cuanto a cómo va procesando el cuerpo la glucosa. El día de hoy te explicaremos en qué consiste esta prueba, porqué es tan importante y con qué frecuencia deberías realizarla si vives con diabetes tipo 2.

¿Qué es una prueba de hemoglobina glicosilada?

La hemoglobina glicosilada (HbA1c) es una prueba de laboratorio que mide el nivel promedio de glucosa en la sangre de los últimos 2 a 3 meses. En esta prueba, la glucosa se une a la hemoglobina, una proteína que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos de la sangre, formando la HbA1c. El porcentaje de HbA1c refleja el control del nivel de azúcar en la sangre a largo plazo.

En general, se considera que un nivel de HbA1c de 6.5% o superior es un indicador de diabetes, mientras que un nivel entre 5.7% y 6.4% es considerado como prediabetes. Cuando el  HbA1c es de  5.7% o menos, se considera que los niveles están en un rango “normal”.

Los resultados ideales en una prueba de hemoglobina para personas con diabetes tipo 2 pueden variar según los objetivos individuales de tratamiento. Sin embargo, generalmente se recomienda que los pacientes tengan un nivel de HbA1c por debajo del 7%. Esto se llega a considerar un buen control glucémico y además se asocia con un menor riesgo de desarrollar complicaciones en el largo plazo. 

¿Con qué frecuencia debe hacerse?

La frecuencia con la que se deben realizar estas pruebas dependerá de las instrucciones del especialista, sin embargo, usualmente se indican cada 3 meses. Algunos factores que pueden intervenir con la frecuencia son: la edad del paciente, si existen otras complicaciones médicas y el historial del control de la glucosa. 

Aun así, de forma general se considera que estos son los periodos recomendados para realizarte esta prueba:

• Si tienes prediabetes: Una vez al año
• Si vives con diabetes tipo 2, no utilizas insulina y tu nivel de azúcar en sangre se mantiene dentro del rango objetivo: Dos veces al año
• Si vives con diabetes tipo 1: Cuatro veces al año
• Si vives con diabetes tipo 2, utilizas insulina para controlarla o te cuesta mantener tu nivel de glucosa en sangre dentro del rango objetivo: Cuatro veces al año

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¿Qué otras pruebas existen?

Además de la prueba de hemoglobina, existen otras que pueden ayudarte a saber cómo estás procesando la glucosa. En el día a día puedes realizar distintas lecturas de estos niveles con ayuda de tu glucómetro. Para más precisión, es posible que tu médico también te indique pruebas adicionales, como:

• Prueba de glucosa en ayunas: Esta prueba se realiza después de un ayuno de al menos 8 horas y sirve para determinar el nivel de glucosa basal en sangre.
• Prueba de tolerancia a la glucosa oral: Se realiza después de beber una solución de glucosa. Se mide en intervalos regulares durante varias horas para evaluar la capacidad del cuerpo para procesar la glucosa.

¿Cuándo consultar al médico?

Ya sea para una revisión post-análisis o para conocer tus niveles de glucosa, es importante que, si vives con diabetes tipo 2, acudas al especialista de forma regular. Recuerda que es posible que tus niveles de azúcar estén altos y pasen desapercibidos, pues la hiperglucemia no manifiesta síntomas.

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